Diario de un cura rural es, para mí, la obra más importante de la Novela Cristiana. Pienso que este libro de Georges Bernanos aglutina los primordiales aspectos del género y lo realiza de manera balanceada, creada y magistral. Otras novelas recogen algunos de estos elementos, inclusive algunas desarrollan algunos de ellos más extensamente, pero ninguna lo realiza ‒siempre según mi entender‒ de manera tan balanceada y armónica, lo que transforma a esta novela en referencia y pensamiento de este género.
Diario de un cura rural no es -o, al menos, no sólo- una novela sobre el sacerdocio, sino una obra sobre la fe y sobre la Iglesia. Encerrado en su «mediocridad», el joven cura de Ambricourt no se siente capaz de oponerse al mal que ve en sí mismo y en los demás.
Pero descubrirá que la grandeza de la Iglesia no depende de la brillantez de sus , sino del triunfo del Resucitado que se refleja en los suyos, los más débiles, los pequeños como él, y que sólo quienes tienen la sencillez que da el espíritu de infancia pueden reconocer.
En ésta una novela sobre la Gracia, que se impone al estupor y el rechazo del protagonista y que convierte su miseria y su incapacidad en camino para una salvacion que es de otro mundo. Y es una novela sobre la Iglesia, cuyo rostro resplandece a la luz de la Gracia.